Nuestro cliente, de 22 años, era obrero en una obra comercial de cinco plantas. En su tercera semana de trabajo, cayó en el hueco de una escalera abierta, desde 4,5 metros hasta el piso inferior, lo que le provocó una hernia discal en L4-5 y una fractura por compresión en L4.

Tras aceptar el caso, Jim contrató de inmediato a un experto en seguridad de OSHA para que revisara los extensos registros del contratista general en la obra. Descubrió que la escalera abierta no contaba con barandillas ni ningún otro tipo de protección anticaídas, como exige la OSHA, lo que exponía a trabajadores como el cliente de Jim a un alto riesgo de caída. Además, el área alrededor de la escalera estaba mal iluminada, a pesar de que el contratista general sabía que nuestro cliente y otros trabajarían hasta altas horas de la noche.

La defensa argumentó que no hubo violaciones de OSHA, que nuestro cliente sabía que la abertura estaba allí, pero simplemente caminó hacia ella y que el accidente fue completamente su culpa.

Antes del juicio, la defensa ofreció 150.000 dólares. Jim y su cliente rechazaron la oferta.

Jim citó al superintendente de obra del contratista general del demandado y, con su testimonio, logró establecer los hechos necesarios para demostrar múltiples infracciones de la OSHA. Además, mediante la intervención de un exinspector de la OSHA, a quien Jim contrató como perito, demostró que estas infracciones de la OSHA tenían como fin proteger a los trabajadores y que, de haberse cumplido, este accidente simplemente no habría ocurrido.



Tras un juicio de seis días y una hora y media de alegatos finales de Jim, el jurado deliberó solo cuarenta minutos. Falló a favor del cliente de Jim y le impuso una sentencia de $756,000.00.